La mochila de rececho

Equipo de caza

La mochila de rececho es un elemento fundamental ya que va a ser el elemento responsable de transportar gran parte de nuestro equipo de rececho.

Por tanto, es muy importante tener claro qué modelo va a ser el adecuado para nuestras necesidades teniendo siempre presente el compromiso siempre delicado entre capacidad de carga y comodidad.

Debemos tener en cuenta toda una serie de factores en nuestra elección que abordaremos a continuación, empezando por el tamaño suficiente pero no más para garantizar que podremos cargar con lo necesario para recechar correctamente.

EL TAMAÑO ADECUADO

En rececho, cada gramo innecesario que portemos en la mochila puede ser el responsable de que tengamos que abandonar la cacería o por lo menos de que cacemos incómodos.

Por ello, uno de los puntos más importantes a la hora de elegir la mochila de rececho adecuada a nuestras necesidades es el tamaño de la misma. Hay que tener claro que es igual de malo quedarse corto como pasarse.

Si compramos una mochila demasiado grande para las actividades que realizamos, será más pesada y puede terminar por resultar incómoda, además de que puede incitarnos a llenarla con cosas que realmente no son necesarias y que lo único que aportan es una mayor carga sobre nuestras espaldas.

En el extremo opuesto; si la mochila es demasiado pequeña, puede terminar por resultar simplemente inservible: no podremos meter en ella todo lo que necesitamos.

Vamos a hacer una primera clasificación de las mochilas de caza en dos tipos. Por un lado está aquella que permite salidas de varios días, con su enorme capacidad de carga (Normalmente entre 4,500 y 7,000 centímetros cúbicos.). Por el otro tenemos una más pequeña, destinada a servir como elemento de transporte para salidas cortas, también llamada day pack, de relativamente baja capacidad (puede ser suficiente una mochila de 3.000 centímetros cúbicos).

QUÉ EXIGIR A UNA MOCHILA DE RECECHO

Partiremos de la premisa de que será empleada por un cazador de caza mayor que planea una salida de no más de 12 horas de duración, para retornar al campamento base al final del día por lo que optaremos por un modelo de tamaño relativamente contenido.

Antes de comprar una mochila es muy importante que tengamos bien claro cuáles son los requisitos que debemos exigirle. Nosotros nombraríamos los siguientes:

Resultar fiable al cien por cien. Con fiable nos referimos a que ofrezca garantía de que no se va a romper ni se producirán lamentables pérdidas del material de su interior.

Si la mochila se nos rompe cerca de casa será un percance, si lo hace cuando estamos en plena cacería la faena es mucho peor.

Contar con materiales de máxima calidad y silenciosos. Por supuesto este punto está ligado con el anterior, ya que para que una mochila resulte fiable es necesario que esté fabricada en materiales de calidad garantizada que resistan la abrasión y el constante frotamiento.

Es esencial que el material no haga ruido al raspar contra las ramas, y que cuente con correas de sujeción acolchadas para no lastimar hombros y axilas (lo cual ocurre en los climas calurosos), y que, debido a la reducida carga que está destinada a transportar, no es necesario que posea armazón de metal o plástico o cinturón para ajustarla a la cintura.

Ofrecer la posibilidad de realizar una distribución adecuada del peso. El peso de la mochila debe distribuirse entre nuestros hombros, la espalda y las caderas. Hoy en día muchas de las mochilas están diseñadas de manera ergonómica para garantizar este punto.

También podemos encontrar mochilas en las que el sistema de porte es ajustable en altura para que pueda adaptarse en función de la carga que llevemos en cada ocasión.

Sistema de costuras: las costuras unen las distintas partes de una mochila y, por lo tanto, su importancia es vital. Todas las costuras de la mochila deben ser de calidad, pero encargadas de soportar el mayor peso deberán ser dobles o triples, o en caso contrario, incluir algún tipo de sistema de refuerzo eficaz.

El hilo de las costuras deberá ser de alta resistencia e indestructible. Como ideal, podemos nombrar el hilo de poliamida 100% de alta calidad.

Debe ser cómoda. Esto es evidente, si la mochila no nos resulta cómoda, por mucho diseño ergonómico que tenga, no querremos echarla a nuestra espalda.

Posibilidad de regulación: para ajustar la mochila según el peso que carga, según nuestra ropa, etc

Ligereza: ya pesará lo suficiente cuando la carguemos con todo lo que deseamos llevar ¿para qué aumentar más la carga comprando una mochila que por sí sola es pesada?

AJUSTAR LA MOCHILA

Los ajustes son los responsables de que la mochila se mantenga bien acoplada a nuestra espalda, hombros y caderas. Para que la mochila resulte cómoda, además de llenarla de forma adecuada es imprescindible que sepamos cómo ajustarla.

En el ajuste de la mochila existe un objetivo principal: conseguir que sean las piernas las que carguen con el peso (no los hombros ni la espalda).

Hágalo siguiendo estos sencillos pasos:

  • Afloje las correas y colóquese la mochila.

  • Coloque el cinturón lumbar y ajústelo. El lugar de colocación de este cinturón varía en función del volumen de la mochila.

  • Mochilas de 50 litros o más: el cinturón deberá colocarse en las caderas.

  • Mochilas de menos de 50 litros: se colocará en la cintura.

    Para que un cinturón lumbar cumpla con su cometido de manera correcta, deberá abrazarnos bien los laterales de la cintura, además de tener un diseño tal que, una vez colocado, no deje deslizar la mochila hacia abajo a causa del peso.

  • Ajuste los tirantes: compruebe que envuelven la parte delantera de los hombros. Mucho cuidado con no tensar demasiado en la zona de los hombros, puesto que sólo conseguiríamos cargar la zona de manera innecesaria.

  • Ajuste las correas de los tirantes.

EL CONTENIDO DE LA MOCHILA

Una vez que tenemos seleccionado el modelo ideal, vamos a ver qué debemos llevar en ella durante nuestras jornadas de rececho.

El day pack debe de contener 8 grupos o elementos básicos. Estos son:

  • agua: De todos los elementos a transportar, el más importante, y también el más pesado, es el agua. Sin alimentos uno puede mantenerse vivo durante períodos de hasta semanas, pero sin agua la vida acaba a los tres días. En este sentido unas pastillas potabilizadoras pueden darnos más autonomía y menos peso que transportar.

  • Comida: Cazando al rececho en terrenos de dificultad intermedia el cálculo es de cinco mil calorías por hombre y por día. Lo más práctico sin duda las barritas sustitutivas de una o dos comidas (no ocupan casi ningún espacio, sacian, y llevan todos los nutrientes que necesitamos en una comida completa).

  • Ropa de abrigo adecuada: Variará en función del clima, lo único que diremos al respecto, es que sea cual sea la ropa escogida para vestir, lo que nos interesa en este momento es el espacio que ocupará en nuestra mochila en el momento en que deseemos quitarnos capas de ropa, lo cual ocurre unas dos horas después de la salida del sol.

  • Elementos de navegación: desde los más simples a los más complejos, mapas, fotografías aéreas, imágenes satelitales, lápiz, papel, brújula y GPS (y sus pilas de reserva) No es éste el lugar para discutir los tipos, cualidades y ventajas o desventajas de cada uno de ellos. Simplemente recuerde que debe de transportarlos y que para ello precisará de espacio adecuado.

  • Instrumentos de corte: Sierra de mano, cuchillos de trabajo, tijeras de podar (para cortar huesos) y en la zona que así lo requiera, un machete o hacha pequeña. Y una pequeña piedra de afilar.

  • Elementos para encender fuego: Contar con un pedernal, un mechero o unas cererillas pueden salvarnos de algún susto si por algún motivo necesitamos hacer fuego.

  • Un botiquín de urgencia: Una pinza de depilar para sacar espinas, analgésicos orales, una ampolla de corticoides, jeringa y aguja descartable, suero antiofídico, gasas, vendas, tela adhesiva y una pequeña cantidad de desinfectante.

  • Varios: Linterna, pilas de reserva (para linterna, teléfono y GPS), una herramienta tipo Lethermann o multiuso, cinta de colores para marcar las piezas abatidas o las rutas transitadas, papel higiénico, soga para atar la presa cuando se la transporta o para colgarla, silbato, repelente para insectos, papel y lápiz, etc. La lista puede ampliarse con otros artículos según el clima y la región, pero eso dependerá de cada uno. La intención era dar una idea del equipo básico útil para cualquier situación y lugar.

  • Documentación: Licencia de caza de la comunidad correspondiente, carnet de identidad, permiso de armas, guía del rifle, seguro de caza, permiso del coto, papeles del precinto; en fi n, conviene hacerse con una cartera grande.

  • No nos olvidamos de los prismáticos, pero éstos deben ir bien a mano sujetos con el arnés frontal para darle uso cuando haga falta.

Publicado en: Caza, Equipo de caza

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