Sin duda el corzo es el gran protagonista de estas fechas y lo cierto es que el que prueba este tipo de recechos queda enganchado. El mes pasado abordamos las claves que hay que tener en cuenta a la hora de elegir el rifle y calibre adecuado para recechar y en esta ocasión vamos a centrarnos en el equipo adicional que debemos llevar para afrontar con garantías de éxito una jornada de rececho tras este bello animal.
Es imprescindible que al salir a recechar el corzo estemos cómodos y llevemos el equipo justo y necesario. El rececho de corzo requiere una buena preparación, y por ello debemos pensar en que elementos sacaremos al campo para disfrutar del rececho del duende del bosque.
Para disfrutar de la experiencia del rececho en toda su profundidad es importante contar con el equipo adecuado, arma, óptica, munición y complementos deben escogerse con cuidado pues una acertada elección es esencial para el éxito de nuestro rececho. A continuación le damos algunas claves para conseguirlo.
VISOR PARA RECECHO
Durante un rececho lo más habitual es que tengamos que tirar desde distancias más bien largas, por ello contar con unos buenos elementos ópticos resulta fundamental. Lo más adecuado es contar con un modelo específico para rececho, que nos permita cazar a las distancias propias de esta modalidad cinegética tanto con buena como con mala luminosidad.
Para elegir correctamente el visor de caza ideal para un rececho hay que tener en cuenta varios factores. Lo primero que debemos tener claro es saber el tipo de rececho que vamos a practicar con mayor frecuencia ya que no es lo mismo recechar en montaña que en el medio de un espeso bosque.
Por tanto las características del visor deben estar acorde con las necesidades que vamos a tener. En este caso es recomendable un modelo polivalente que cumpla las siguientes características:
- Los aumentos del visor.
- El diámetro del objetivo o campana. (dependerá la luminosidad)
- Calidad óptica.
- La retícula.
- El peso.
El primer factor determinante que hay que tener en cuenta son los aumentos del visor. Un 2,5-10 puede ser una opción muy recomendable por su polivalencia ofreciendo una potencia lumínica bastante aceptable con campanas de 50.
Otra gran opción puede ser un 1,5-6 X 42 con el que cubriremos la mayoría de situaciones que se presentan en los recechos en España. Tal vez se queda un poco corto en condiciones de baja luminosidad pero cumplirá en la mayoría de las situaciones.
Si necesitamos tiros muy largos buscaremos un modelo con más aumentos, algo como 3-9X50, 12X56, 4,5-12X50 o incluso 6-24X50, con estos modelos podremos tirar hasta a más de 250 metros. Aunque debemos tener muy presente que una mira de aumento variables peso considerablemente más que una fija, y el peso sin duda es otro factor a tener muy en cuenta.
Normalmente optaremos por campanas de 50 o 56 si bien hay quien utiliza modelos de 40 con grandes resultados.
Lo ideal es que cuente con lentes de buena calidad con recubrimiento anti reflejos, tratamiento anti empañamiento y que proporcione la mayor transmisión lumínica posible. En este sentido conviene recordar que una lente de calidad con los tratamientos mencionados puede ofrecer hasta un 30% más de transmisión lumínica.
Respecto a las retículas es recomendable elegir una que se vea bien y que facilite apuntar correctamente en diferentes circunstancias, por ello muchos recechistas optan por modelos con retícula iluminada que ofrecen ciertas ventajas al anochecer y al alba.
El peso y tamaño del modelo elegido tiene tanta importancia como la calidad óptica a la hora de elegir un visor frente a otro. Esto es debido a que los recechos suelen ser exigentes y duros por lo que agradeceremos mucho que el conjunto del equipo sea lo más ligero posible.
De esta forma, lo ideal sería un modelo en torno a los 500 o 600 gramos como máximo. Por supuesto no pasa nada por utilizar visores más pesados pero esos gramos de más los notaremos a medida que avance la jornada de caza.
En definitiva el visor para el rececho del corzo debe ser uno ligero y preferiblemente con retícula iluminada en segundo plano focal, con diámetro de objetivo o campana de 50 ó 56 y aumentos entre 2,5-10 ó 3-12. En caso de que tengamos que realizar disparos a grandes distancias, deberemos optar por una mira de 3 a 9 x 45
PRISMÁTICOS y TELÉMETRO
Respecto a los prismáticos, queremos insistir en su vital importancia, por lo que no se debe escatimar, dentro de nuestro presupuesto, a la hora de su adquisición. Binoculares de primeras marcas, ligeros y revestidos de goma, con elevado índice crepuscular, y entre 8 y 10 aumentos serán la elección adecuada la mayoría de los casos
A la hora de recechar el uso que mayoritariamente le vamos a dar es la observación detenida del entorno para seleccionar adecuadamente el corzo una vez localizado. Por tanto necesitaremos modelos con cierta potencia, algo que puede no ser tan necesario en una montería o incluso en una espera pero que será fundamental en esta modalidad.
Poco a poco el uso del telémetro se ha ido extendiendo entre los cazadores que, como en el caso del rececho, buscan efectuar tiros precisos a distancias lejanas. Su evolución en los últimos años los han convertido en mucho más que un accesorio. Por lo que es un elemento a tener en cuenta.
La mayoría de modelos orientados a la caza caben en la palma de una mano por lo que a penas notará que lo lleva encima.
Al igual que con los prismáticos buscaremos modelos con lentes de alta calidad con revestimiento antiniebla, forrados en goma y a poder ser impermeables. Por supuesto deben ser ligeros y lo más ergonómicos posible, lo ideal es poder usarlos con una sola mano.
ROPA Y CALZADO
Para la caza del corzo a rececho en lo relativo a la vestimenta, debe utilizarse ropa cómoda y adecuada a la época del año en la que nos encontramos. La teoría de ir siempre abrigado nunca falla, ya que para dejar capas atrás siempre hay tiempo. Las prendas deberán ser ligeras y poco llamativas, cuánto más ligeras, cómodas y transpirables sean, mejor.
Pero sobre todo deben ser “sordas”, es decir, que con el roce al andar o moverse por el monte hagan poco o ningún ruido. Es recomendable usar tejidos silenciosos, discriminando los sintéticos por los utilizados toda la vida, como la pana o el algodón…Por ello, y como las prendas impermeables son excesivamente ruidosas, un simple chubasquero de bolsillo en la mochila servirá para prevenirnos del típico chaparrón primaveral.
En el caso de la camisa de caza, podemos llevar una camisa de nylon con forro de poliéster o bien una camisa de algodón. Aunque es más recomendable la primera que la segunda. En cuanto al jersey, debemos llevar uno que nos caliente lo suficiente pero que no nos haga sudar, lo más normal es llevar uno de lana. Pero aquí podemos optar por usar directamente un soft shell, impermeable y transpirable. Los soft shell tienen la característica de llevar una membrana cortavientos, son impermeables y suelen llevar una capa micropolar. Además son transpirables, por lo que cumplen perfectamente con lo que estamos buscando.
El calzado, al igual que la ropa, cuánto menos pese mejor. Como para cualquier otra modalidad cinegética en la que se requiera andar, se escogerán botas cómodas y bien adaptadas al pie.
En el caso del rececho del corzo, recomendamos unas botas de media caña, con goretex, para llevar bien sujeto el tobillo y no mojarnos los pies, lo que sería un grave problema. Es fundamental que transpire, pero a la vez que sea impermeable, esto se consigue con el uso de membranas tipo Gore-tex. Debe tenerse en cuenta que, hasta bien mediado mayo a pesar de que no haya llovido, en muchas zonas del norte de España los prados y pastizales aparecen por la mañana cubiertos de rocío.
La suela preferiblemente Vibram o que absorba los impactos, para no acabar con la planta destrozada, por las largas caminatas. Esto lo enlazamos con los calcetines de caza para andar, propios de los recechos, elemento fundamental y del que dependerá la salud de nuestros pies, por lo que recomendamos unos buenos calcetines técnicos.
Por supuesto las botas tienen que estar hechas a nuestro pie, las estrenaremos antes del rececho para evitar posibles rozaduras que hagan de la jornada de caza una tortura.
En definitiva, aunque cada cazador tiene sus gustos y necesidades particulares, cuando vaya a adquirir unas botas deberá tener en cuenta los siguientes consejos:
- Impermeabilidad: imprescindible para la salud de nuestros pies.
- Transpiración: es tan importante que el agua no entre dentro como que el sudor salga fuera. Al final lo que debemos intentar es que nuestros pies no estén nunca mojados.
- Resistencia.
- Seguridad: una suela que se “agarre” bien a todo tipo de terreno.
- Adaptabilidad: eso de que “se adaptan como un guante” es más importante de lo que en prinicipio puede parecer. Las botas deben quedar correctamente ajustadas a nuestro pie para evitar las más que posibles torceduras de tobillo.
EL APOYO PARA EL RIFLE
En cuanto al apoyo para el tiro, vara, bípode o trípode, es una cuestión de gustos, pero para el rececho, recomendamos bípode o trípode. La altura máxima, dependerá de nuestra altura, por lo que si pueden ser telescópicos mejor. Eso sí, lo más ligeros posibles y fáciles de transportar, y aquí es donde los telescópicos ganan la partida.
LA MOCHILA DE CAZA
En cuanto a la mochila de caza, lo principal es que sea ligera, cómoda, impermeable preferiblemente y lo suficientemente amplia para todo lo que necesitamos para nuestro rececho.
En las mochilas cargadas conviene poner las cosas más pesadas cerca de la espalda para equilibrar. También es recomendable meter en bolsas de plástico lo que no conviene que se moje.
Respecto al resto del equipo, no pueden faltar en nuestra mochila, una navaja de buen corte, loción o spray antimosquitos, una pequeña linterna de bolsillo, un rollo de cuerda, un paquete de pañuelos de papel, calcetines de repuesto, y, por razones de seguridad, el teléfono móvil; A parte, por supuesto, de toda la documentación de caza necesaria (guía del arma, licencia de caza, permiso de armas, seguro obligatorio, precinto y autorización del titular del coto…)
