El visor para cazar en montería

Equipo de caza

Hoy en día el empleo del visor en la caza en montería está muy extendido, siendo su buena elección y uso fundamentales en la consecución de objetivos. Sin duda el visor nos va a ayudar a apuntar mejor pero también puede convertirse en un accesorio poco útil si su uso no es adecuado.

En esta modalidad de caza pueden presentarse lances muy distintos si bien los tiros generalmente se van a realizar a distancias cortas, por ello necesitaremos pocos aumentos para poder meter la pieza en su cruz rápidamente.

A la hora de elegir un visor para montería, este debe ser polivalente, permitiéndonos un encare rápido, con no demasiados aumentos para tiros cercanos o traviesas. Pero también nos tiene que dar margen para el aumento por si nos encontramos con uno de esos puestos de testeros con los que tanto soñamos.

En teoría, cualquier visor de buena calidad diseñado para cazar en batida que tenga un campo de visión de, como mínimo, 36 m a los 100 metros y una relación de aumentos del tipo 1-4x, 1-5x, 1-6x o 1-8x sirve para montear. A continuación analizaremos los factores principales que debemos tener en cuenta para acertar en su elección.

AUMENTOS

De forma general el tiro se realiza sobre piezas en movimiento o a la carrera que se desplazan a distancias muy diferentes, a veces a pocos metros del cazador, por lo que la mira tiene que permitirnos encarar y localizar rápidamente al jabalí para que podamos seguir su carrera y disparar lo más rápido posible antes de que se ponga fuera de tiro.

Debemos tener claro qué significan los números que vienen en nuestro visor, o a qué nos referimos cuando hablamos de un visor por ejemplo de 1,5 a 6 x 42.

El primer número es el aumento mínimo que da el visor (1,5) y significa que el objetivo que miremos a través de éste será 1,5 veces más grande que si lo miramos con el ojo desnudo.

El segundo número nos indica el aumento máximo que nos ofrece el visor (6). Es decir, con este visor podremos ir aumentando desde 1,5 a 6 pasando por 2,3,4,5…

En cuanto a x42, éste es el diámetro de la campana del visor medido en milímetros.

Lo más recomendable es utilizar un visor de aumentos variables cuyo aumento mínimo sea 1x o 1,5x. Con estos aumentos el campo de visión del visor es prácticamente el mismo que vemos nosotros sin visor pero con la ventaja de tener una retícula que nos ayuda a apuntar mejor.

De todos los tipos de visores de batida, los más modernos son los que tienen aumentos 1-6x y, sobre todo, 1-8x, por lo que por lo general las miras con estas relaciones de aumentos poseen las características más actuales y más avanzadas tanto en campo de visión como en sus unidades de iluminación, tratamiento de las lentes, etc.

Además, sobre las miras del tipo 1-4x y las del 1-5x, presentan otra importante ventaja: su mayor potencia permite regular el visor con más precisión, sobre todo si la puesta a tiro la hacemos a 100 metros (que es la distancia adecuada para regular el visor de montería con la mayoría de los calibres) ya que con 4 o 5x no se aprecia con nitidez el centro del blanco.

Un buen ejemplo puede ser el nuevo Z8i 1-8×24 de Swarovski , que se puede adquirir con una retícula especial intercambiable para cazar en montería, denominada 4A-IF Flexchange, y tiene un campo de visión de 42,5 metros a los 100 metros en 1x.

LUMINOSIDAD

Normalmente en las monterías no necesitaremos visores especialmente luminosos ya que cazaremos de día por lo que debe primar el tamaño optando por modelos de peso contenido y tamaño reducido de forma que no aporten mucho peso extra al rifle y nos permita aguantar bien durante la cacería.

También es muy importante que posea retícula iluminada porque permite apuntar más rápido y la retícula se aprecia mejor con tiempo nublado y sobre cualquier fondo. En general, los visores de precio medio-alto posen unidades de iluminación de buena calidad que permiten regular con precisión el punto de luz, poseen sistemas de encendido y apagado automático para ahorrar batería.

OTROS FACTORES

Normalmente los visores de caza suelen ajustarse a los rifles con las monturas y unas anillas, dependiendo del diámetro de tubo. Pero a veces los visores llevan incorporados un carril que puede ser macizo central o de cremallera, que requieren unas bases determinada, por lo que esto deberá tenerse en cuenta a la hora de seleccionar el visor, es decir, tendremos que tener en cuenta si contamos con la base más las anillas, con lo que condiciona nuestra elección, o también tendremos que comprar la montura, sea cual sea, anillas o no, con lo que nos da cierta libertad.

SI nos decidimos por la solución estándar, las bases más las anillas, debemos saber que un visor puede tener un diámetro de tubo diferente según el modelo y la marca. En España el diámetro de tubo del visor más usado son los 30 mm, seguidos del de 1”, aunque encontramos medidas como 26 mm, 28 mm, 27,5 mm, que hacen que la variedad sea aún mayor. Normalmente se recomienda para monterías el tubo de 30 mm, aunque el de 26 mm, cada vez tiene mayores adeptos, sin dejar de lado a los que usan visores de 1” de diámetro de tubo.

Por último un visor para montería, aunque se utilice de día, debe ser robusto e impermeable y, mejor aún, poseer lentes exteriores tratadas para que repelan el agua y nos permitan seguir viendo a través del objetivo por mucho que llueva, caso por ejemplo de los tratamientos Rainguard y LotuTec que utilizan las miras Bushnell de alta gama y Zeiss.

AJUSTE DEL VISOR

De nada nos servirá tener el mejor visor para montería si no lo tenemos puesto a tiro o no usamos la munición adecuada. A la hora de ajustar el visor tenga en cuenta los siguientes puntos:

Compruebe que el visor se encuentra perfectamente colocado. Los anillos, monturas y tornillos que sirven para fijar, están perfectamente adheridos y apretados. Ni que decir tiene que recomendamos que la colocación del visor se encargue siempre a un armero o persona con suficientes conocimientos y experiencia para la realización de un trabajo de este tipo con totales garantías.

La distancia desde el ocular al ojo dominante, una vez encarado el rifle, no puede ser menor de 8 cm. Tenga en cuenta que el retroceso de todo el conjunto, rifle-visor, puede provocar el golpe del anteojo en la ceja, en el ojo o en la mejilla.

A la hora de realizar pruebas, deberemos utilizar siempre el mismo cartucho: conviene que sea la misma caja, con idéntico peso de proyectil y marca fabricante con el que posteriormente vayamos a cazar.

Para realizar tiros de prueba buscaremos un lugar fijo, apoyando el arma sobre elementos blandos: almohada, ropa vieja, mantas… son buenas opciones. Por supuesto, siempre será preferible disponer de un caballete de tiro. Resulta imprescindible que consigamos una superficie perfectamente estable, que nos permita manipular las ruedas de altura y deriva del visor, sin que se produzca ningún tipo de movimiento.

Disparar a blancos improvisados no tiene sentido. Hay que utilizar dianas adecuadas con referencias de puntería que permitan apuntar con precisión y divididos en campos que permitan medir e interpretar bien la separación de los impactos del centro del blanco.

Antes de proceder a la regulación del visor, éste debe estar colimado. Esto es imprescindible, sobre todo si el rifle es semiautomático o de palanca. Efectúe ente 3 y 4 disparos.

Compruebe la situación de los impactos en la diana y extraiga sus conclusiones, teniendo en cuenta que:

  • Si la distancia entre los impactos es muy elevada: casi con seguridad estaremos hablando de un cañón que se encuentra deteriorado. El ajuste del visor resulta, por tanto, absurdo.

  • Si la agrupación de los impactos es correcta, podemos proceder al acoplamiento de la retícula con la derivación del proyectil, haciéndola coincidir con los puntos de impacto. Para ello la desplazaremos vertical u horizontalmente, según interese (siempre teniendo en cuenta que un paso de “click” equivale aproximadamente a un centímetro en la diana.

  • Decir que se suele comenzar siempre corrigiendo la altura y, una vez se consigue centrarla, pasaríamos a la corrección de la desviación lateral.

  • Repetiremos una o dos dianas más con tres disparos en cada una, para comprobar el resultado definitivo.

Aunque el armero realice el ajuste siempre resulta conveniente que el arma sea probada por el propio cazador, teniendo en cuenta que la agudeza visual puede cambiar mucho de una a otra persona.

Es muy útil contar con un telescopio, sobre todo si disparamos a 100 metros, para evitar tener que ir hasta los blancos y volver para ver los impactos.

Para dar cómo válida una buena puesta a tiro, como mínimo se deben agrupar tres tiros en una superficie de cinco cm a 100 metros.

Etiquetas : Caza mayor, Visores
Publicado en: Caza, Equipo de caza

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