El visor, composición y tipos

Equipo de caza

Visor, mira, anteojo… diferentes nombres para designar el que sin duda es el más interesante elemento óptico con el que cuenta el cazador.
Conozcamos algo más sobre su uso y características.

Uso del visor

Su principal función es la de aumentar las posibilidades de acertar en disparos a larga distancia, para lo cual acercan el objetivo y proporcionan la claridad necesaria para la realización de un disparo más certero. Si no utilizamos visor, a distancias de más de 100 metros veremos que el punto de mira es demasiado grande en relación al blanco, es decir, cubre excesivamente su silueta, lo que supone una gran dificultad para apuntar correctamente y lograr la correcta precisión.

Sin embargo si utilizamos un visor; a pesar de que disminuye el campo de visión, nos permitirá ver mejor el blanco y enfilar la retícula, sin ningún problema.

Elementos que componen un visor

Una mira telescópica o visor no es más que un tubo cilíndrico en cuyo interior cuenta con distintas lentes de aumento e inversión de imagen. Su funcionamiento es similar al de un telescopio, de tal forma que aumenta el tamaño del blanco un número determinado de veces en relación a como lo veríamos a simple vista.
Los elementos básicos del visor son:
RETÍCULA: es el elemento básico de puntería, la “cruz” que podemos observar en cualquier punto de mira. El punto que forman en el centro del círculo los cuatro cuadrantes realizados a través de la cruz, es la principal referencia de la que dispone el cazador para poder apuntar: deberemos enfilar el centro de la cruz con el lugar exacto a donde queremos hacer llegar nuestra bala.
Existen gran multitud de diferentes retículas. Conviene saber que las de diámetros muy resaltados favorecen el tiro a corta distancia y aquellos en los que es necesario disparar a animales en movimiento (gracias a que sus referencias resultan mucho más llamativas). Sin embargo, si tenemos que realizar tiros a larga distancia sobre animales que se encuentran quietos (típico caso de recechos), lo más adecuado es decantarse por una retícula de cruz fina.

AUMENTOS: cuando hablamos de aumentos hacemos referencia a la potencia del visor para acercar el blanco. Esta característica se indica mediante números, de la siguiente forma: 3-9 x 40: significará que el visor tiene un zoom variable de 3 a 9 aumentos, es decir, el blanco puede aparecer entre 3 y 9 veces más cerca de nuestra vista.
En cuanto a los aumentos debemos tener en cuenta:
Los grandes aumentos se utilizan cuando el arma puede colocarse sobre soportes o en una postura en la que sea fácil apuntar.
Un mayor aumento suele suponer una pérdida de luminosidad y un campo de visión menor.

ABERTURA: en el ejemplo antes indicado (visor de 3-9 x 40), el número 40 nos indica el diámetro en milímetros de la lente frontal del objetivo. Así, cuanto mayor sea esta última medida, más luminoso será el visor ya que a mayor objetivo, superior entrada de luz. Los visores que cuentan con objetivos de reducido diámetro son poco luminosos.
Hay que tener en cuenta además que cuantos más aumentos tenga un visor, más abertura deberá tener, puesto que generalmente es necesaria más luz con más aumento.

TORRETAS DE AJUSTE: permiten ajustar el visor, actuando sobre la retícula desplazándola vertical y horizontalmente. Existen dos: la superior, que cuenta con una rueda dentada que corrige la elevación; y la lateral, encargada de corregir los ajustes de desviación lateral.

CAMPO DE VISIÓN: hace referencia al ancho y alto del área que podemos observar a través del visor. Suele expresarse como el ancho en metros que podemos ver para una distancia determinada (generalmente 100 metros).
Debemos tener en cuenta que si utilizamos un excesivo aumento a cortas distancias, puede que el campo de visión resulte demasiado pequeño.

DISTANCIA DE LA PUPILA AL OCULAR: es la distancia por detrás del protector del ocular a la que se pude ver la imagen completa. Muchas armas de gran potencia tienen una distancia al ojo muy superior, para proteger los ojos de golpes producidos por el retroceso del arma; al igual que los que se montan en pistolas, de forma que con el brazo extendido podamos ver perfectamente toda la imagen nítida en el ocular.

PUPILA DE SALIDA: diámetro de la columna de luz que sale de la mira telescópica hacia el ojo. Se utiliza para valorar la luminosidad de la imagen que se ve en la mira. Cuanto mayor sea, más fácil resultará mantener alineado el ojo con la imagen o se comportará mejor la mira telescópica en luz baja.

AJUSTE DE PARALAJE: nos permite optimizar el enfoque en diferentes distancias, para evitar retículas borrosas. Se trata de un anillo de ajuste colocado normalmente en la lente frontal.

Las monturas

Para que su uso sea el correcto, la mira deberá ir perfectamente fijada al rifle.
Pues bien, el elemento utilizado para conseguir esta fijación es la MONTURA; ésta puede ser:

Fija: es más segura, pero tiene el inconveniente de que debe permanecer constantemente unida al arma, por lo que no podremos utilizarla sin visor; lo que sin duda limita su uso.

Desmontable: nos permite desembarazarnos del visor, lo que supone que podemos utilizar el arma en diferentes situaciones como la caza errante al salto. Si nos decantamos por este tipo de monturas deberemos buscar la máxima calidad de fabricación, teniendo en cuenta que la más mínima variación o desgaste puede suponer un grave problema en el ajuste, eliminando la necesaria precisión.
Estas monturas desmontables pueden ser giratorias, de riel o de garras.

Para la colocación de las monturas, la culata del cañón de las armas rayadas cuenta en su parte superior con dos asientos u orificios que permiten el atornillamiento de las monturas que se acoplan al visor. Estas anillas disponen de dos partes mecánicas: dos anillas que abrazan el visor y dos bases fijas de sujeción, delantera y trasera, que unen el arma con las anillas.

Tipos de visor

A nivel general, podemos diferenciar dos tipos de visor: de aumento fijo y de aumento variable:

  • AUMENTO FIJO: carecen de anillo variador. Son más económicos, pero suponen un uso limitado, por lo que conviene tener en cuenta lo siguiente:
    • Para gancho o montería: nos decantaríamos por un 1,5 x 42.
    • Recechos: necesitaremos más aumentos; un 6 x 42 o un 8 x 56 resultarán adecuados.
    • Utilización mixta: necesitaremos 3 ó 4 aumentos.
  • AUMENTO VARIABLE: nos permiten ajustar el aumento deseado según las diferentes distancias de tiro que se nos presenten, lo que sin duda es una gran ventaja.

Consejos para la compra de un visor

De nada nos servirá tener un rifle de alta calidad si el visor no nos permite apuntar correctamente. Por eso resulta tan importante saber lo que necesitamos a la hora de adquirir nuestro visor.

Un buen visor se caracteriza por los siguientes puntos:

  • Debe ser lo más luminoso posible: teniendo en cuenta que las horas en las que aumenta la posibilidad de captura es durante el crepúsculo.
  • Debe ser absolutamente hermético; de tal forma que impida la entrada de agua y de suciedad en el tubo.
  • Es necesario que resulte resistente a los golpes (no es extraño que caiga al suelo).
  • También deberá ser resistente a las inflexiones originadas por el brusco retroceso del arma en el momento del disparo.

El correcto cuidado del visor

Para mantener en correcto estado este elemento de óptica, resultará imprescindible tener presente una serie de “consejos de utilización”:

  • Evitar golpes bruscos: por muy fuerte que pueda parecer es necesario evitar que reciba golpes en la medida de lo posible.
  • Protección en días de lluvia: la humedad resulta nefasta para el visor, así que mantenerlo alejado será siempre una magnífica idea.
  • No dejarlo expuesto a la acción directa del sol durante mucho tiempo.
  • Siempre que no se esté utilizando deberá ser guardado con las tapas correctamente puestas.
  • Limpiar las lentes con materiales y productos específicos.
  • Utilizar siempre las monturas adecuadas a cada modelo.

Instalación

Sea cual sea el arma de la que dispongamos, tres deben ser las reglas fundamentales a respetar para la instalación de una mira:

  • Debe ser montada lo más cerca posible al eje del arma, evitando cualquier contacto entre el objetivo y el cañón o con cualquier mecanismo del arma.
  • La distancia ocular deberá estar ubicada lo más adelante posible (sin olvidarnos del retroceso).
  • Para obtener el mejor resultado deberemos buscar las mejores monturas del mercado (dentro de las posibilidades económicas de cada uno). No se nos debe olvidar que éstas son el elemento fundamental par ala instalación de la mira.

Por supuesto, de nada sirve disponer del mejor arma y gastarse todo el sueldo en una buena mira si al final el montaje de ésta es incorrecto. Por ello, no dudaremos en acudir a un experto armero siempre que no dispongamos de la seguridad o de los instrumentos correctos para el montaje.

Ajuste del visor

Con el nombre de “afinamiento” queremos referirnos a la operación de ajuste entre el visor y el rifle. Ni que decir tiene que se trata de una operación básica y fundamental, puesto que si no conseguimos que este ajuste sea el correcto será preferible no utilizar la mira (¡sólo nos servirá para saber con total seguridad que erraremos el disparo!). Debemos ver el conjunto arma/mira como un todo indivisible en el que únicamente la correcta interacción de ambas partes contribuye al éxito final.

A la hora de ajustar el visor tenga en cuenta los siguientes puntos:

  • Compruebe que el visor se encuentra perfectamente colocado. Los anillos, monturas y tornillos que sirven para fijar, están perfectamente adheridos y apretados.
  • La distancia desde el ocular al ojo dominante, una vez encarado el rifle, no puede ser menor de 8 cm. Tenga en cuenta que el retroceso de todo el conjunto, rifle-visor, puede provocar el golpe del anteojo en la ceja, en el ojo o en la mejilla.
  • A la hora de realizar pruebas, deberemos utilizar siempre el mismo cartucho: conviene que sea la misma caja, con idéntico peso de proyectil y marca fabricante.
  • Para realizar tiros de prueba buscaremos un lugar fijo, apoyando el arma sobre elementos blandos: almohada, ropa vieja, mantas… son buenas opciones. Por supuesto, siempre será preferible disponer de un caballete de tiro.
  • Aunque el armero realice el ajuste siempre resulta conveniente que el arma sea probada por el propio cazador, teniendo en cuenta que la agudeza visual puede cambiar mucho de una a otra persona.
  • Tenga presente que el desplazamiento de una medida del “click” equivale a un centímetro de derivación de la bala a unos cien metros de distancia.

Por supuesto y por encima de todo esto, hay que tener presente que siempre que no contemos con la experiencia suficiente o no estemos muy seguros de nosotros mismos, será preferible dejar el afinamiento en manos de un experto armero.

Dicho todo esto, continuaremos explicando que para ajustar el arma contamos con los encastres o mandos del visor; éstos actúan desplazando la retícula en sentido horizontal y vertical.

Para realizar todos los ejercicios necesarios, es conveniente contar con una mesa o caballete de tiro, al menos tres dianas (de 80 x 80 es una buena medida) y suficiente munición (que, como ya hemos dicho, deberá ser siempre la misma).

Cómo probar el ajuste del arma

Siga los pasos siguientes:
Decida la distancia de afinamiento (100, 150, 200 metros…)
Sujete el arma en el caballete o en el apoyo que haya buscado.
Efectúe ente 3 y 4 disparos.
Compruebe la situación de los impactos en la diana y extraiga sus conclusiones, teniendo en cuenta que:
Si la distancia entre los impactos es muy elevada: casi con seguridad estaremos hablando de un cañón que se encuentra deteriorado. El ajuste del visor resulta, por tanto, absurdo.
Si la agrupación de los impactos es correcta, podemos proceder al acoplamiento de la retícula con la derivación del proyectil, haciéndola coincidir con los puntos de impacto. Para ello la desplazaremos vertical u horizontalmente, según interese (siempre teniendo en cuenta que un paso de “click” equivale aproximadamente a un centímetro en la diana.

Decir que se suele comenzar siempre corrigiendo la altura y, una vez se consigue centrarla, pasaríamos a la corrección de la desviación lateral.
Repetiremos una o dos dianas más con tres disparos en cada una, para comprobar el resultado definitivo.

Muchos cazadores, en su afán de conseguir la máxima perfección, pretenden que las segundas balas vayan siempre al mismo agujero efectuado por el disparo anterior, algo que resulta imposible. Si, encontrándonos a unos 100-150 metros, logramos poner los tres impactos dentro de un círculo cuyo diámetro no supere los diez centímetros, podremos quedar satisfechos.

Pérdida de ajuste

Después de algún tiempo y muchos disparos, puede que la mira vaya perdiendo alineación. Si esto sucede lo primero que debemos hacer es revisar los montajes y dudar de la buena calidad del visor. Por supuesto si nos decantamos por miras de marcas con suficiente solvencia no se nos plantearán estos problemas.

Otro tema es el cambio de munición, marca o peso del proyectil, que supondrá un nuevo reglaje de la óptica (por eso es recomendable utilizar siempre los mismos cartuchos y tipos de bala).

Etiqueta: Visores
Publicado en: Caza, Equipo de caza

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