NUESTROS PERROS: PROBLEMAS EN LA ENTREGA

Consejos

De nada servirá que nuestro perro sea capaz de recoger la pieza con la máxima delicadeza si a la hora de entregárnosla no es capaz de hacerlo correctamente.

El perro debe saber que tiene que mantener la pieza en la boca hasta entregarla, en las mejores condiciones posibles, a su amo.

Y es que el acto de la entrega es el último paso que debe realizar el perro, con el que se culmina su buena labor y por tanto resulta imprescindible que se realice correctamente.

Sin embargo, son muchos los perros que tienen algún problema en este último y decisivo paso.

Por eso, hemos decidido dedicar  un artículo especial a los problemas que podemos encontrarnos durante la entrega; explicaremos qué tipo de problemas podemos encontrar y cuáles son sus posibles soluciones.

 

PRINCIPIOS BÁSICOS

Antes de pararnos a conocer uno a uno los posibles problemas que pueden presentarse para la correcta entrega de la pieza, conviene que pongamos sobre la mesa unos cuantos principios básicos.

Lo primero que todo cazador debe vigilar es la relación establecida perro/amo, teniendo bien presente que cualquier postura extremista en esa relación, sin duda resultará negativa: si el perro se siente muy sometido y, por tanto, experimenta temor ante el amo (porque le ha pegado en otras ocasiones ante un mal cobro, porque le grita…), es muy difícil que quiera acercarse a éste y mucho menos que entregue la pieza con gusto. Si, por el contrario, existe una falta total de sometimiento, el perro actuará a su antojo, haciendo en cada momento lo que mejor le convenga (es decir, puede o no entregar la pieza, según le dé).

En definitiva, para que el perro trabaje bien es muy importante que no exista tensión por ninguna de las dos partes.

Por eso resultan tan importantes los juegos con el cachorro en los que se le tira un simple palo y se le premia su entrega de nuevo al amo, de esta forma entenderá que la culminación de la labor bien hecha es siempre una entrega correcta. Además, este tipo de juegos sirven para establecer y fortalecer la relación amo/perro.

La primera recomendación, por lo tanto, es que siempre que te resulte posible, dediques tiempo a jugar con tu perro.

Por otro lado, conviene tener presente que el cansancio suele ser uno de los motivos más comunes para una mala entrega, sobre todo cuando el animal haya invertido un importante esfuerzo en la localización de la pieza. En estos casos conviene intentar hacerle ver que estamos orgullosos y que le agradecemos el esfuerzo realizado, aunque la culminación no haya sido todo lo afortunada que hubiéramos deseado.

 

PERRO QUE HUYE CON LA PIEZA

Uno de los comportamientos más típicos en un perro con problemas para la entrega y que, desde luego, menos agradan al cazador, es la de coger la pieza y huir con ella. Tras esta huida, el perro soltará la pieza en algún lejano lugar o bien la esconderá, enterrándola.

Los motivos para que se dé este tipo de comportamiento pueden ser varios:

  • Temor a perder la pieza ante otros perros de la cuadrilla.
  • Hiperexcitación: el perro se pone tan nervioso ante el cobro que es incapaz de actuar de manera controlada.
  • El animal está siendo fiel a su instinto primario de posesión. Debemos tener en cuenta que para el perro la pieza tiene una connotación de supervivencia atávica.
  • El enterramiento de la pieza es, también, un comportamiento ancestral e instintivo.

El perro que escapa en dirección opuesta a la del amo suele hacerlo porque entiende que éste le va a “quitar” la pieza; es decir, para el animal la pieza es su premio y no quiere compartirlo y, mucho menos, entregarlo.

Por supuesto esto se soluciona con un correcto adiestramiento en el que hagamos entender a nuestro compañero que el fin de la actividad cinegética es la entrega de la pieza al amo y que por ello será premiado, es decir, el premio viene después de la entrega de la pieza y no es la pieza en sí.

Ante situaciones de este tipo, lo más recomendable es no ponerse nervioso y, sobre todo, no intentar nunca arrebatarle la pieza al perro. Te proponemos que pruebes a caminar justo en el sentido contrario al que se dirige el animal y, cuando te hayas alejado unos cuantos metros, prueba a llamarle; casi con seguridad el perro sentirá temor ante la distancia y se te acercará, momento en el que, siempre con caricias y sin gota de nerviosismo o prisas, deberás aprovechar para cogerle la pieza de la boca.

Es muy importante que sepamos mantener la calma en todo momento, teniendo presente que el objetivo final es que el perro obedezca, no que tenga miedo.

 

PERRO QUE “REGATEA” AL AMO

Otra de las conductas indeseadas tras el cobro de la pieza es la de “regatear” al cazador o bien entretenerse de manera excesiva en la entrega. Un buen perro seguirá una línea prácticamente recta hacia su amo tras el cobro, para hacerle llegar la pieza cuanto antes. Pero el perro que regatea está dando claros síntomas de que algo no funciona como es debido entre amo y perro.

Las razones para comportarse así pueden ser muchas: desconfianza hacia el cazador, necesidad de “quedar por encima”… son motivos básicamente de tipo psicológico, existiendo una causa base: la ausencia de un adiestramiento específico en el tema. Por eso es tan importante que el perro pase siempre por un proceso de adiestramiento en pista.

Otra cosa distinta es cuando nos encontramos ante un ejemplar de corta edad, donde el motivo para este tipo de comportamiento puede venir provocado principalmente porque no terminan de diferenciar el trabajo del juego y, simplemente, piensan que están jugando con el amo. Por supuesto, está en nuestras manos ayudarle a diferenciar cuando es el momento para cada cosa.

 

PERRO QUE SUELTA ANTICIPADAMENTE

En ocasiones algunos perros sueltan la caza mucho antes de llegar a su amo.

Las razones pueden ser varias:

  • Falta de interés ante la pieza.
  • Sumisión al dueño (excesiva, desde luego), que genera en el perro cierta confusión y no saber muy bien cómo actuar ante él.
  • Miedo al amo: en ocasiones si durante el adiestramiento se ha utilizado en exceso el castigo, es normal que el perro pueda mostrar cierto temor a acercarse al amo, por posibles “represalias”.
  • Ausencia de estímulo.
  • Cansancio.
  • Desagrado.

Por lo general, se dice que un perro que muestra este tipo de comportamiento simplemente está dando claros síntomas de que no se ha jugado con él lo suficiente cuando era cachorro y ha recibido un adiestramiento demasiado duro.

 

PERRO CON COMPORTAMIENTO AGRESIVO ANTE LA PIEZA

Algunos perros muestran comportamientos agresivos o destructivos ante la pieza de caza.

La deglución de la pieza, sacudirla, atenazarla… son varias las formas en las que puede dar muestras de esta “agresividad incontrolada” y, en principio, cada una de ellas suele tener sus propias causas.

Así, un perro que sacude una pieza suele hacerlo por un impulso endógeno venatorio: siente la necesidad de tener la completa seguridad y certeza de que la captura está muerta, para asegurarse así de que no va a escapar. Este es un comportamiento innato en muchos perros, pero en algunas ocasiones también surge de la propia experiencia ante alguna pieza perdida…

El animal que machaca la pieza está dando claros síntomas de que siente una pasión incontrolada hacia la caza y, más concretamente, hacia el cobro. Suelen ser animales muy impulsivos y competitivos, que mostrarán este carácter principalmente si sienten celos ante la presencia de otros ejemplares con los que rivalizar.

Si el problema es que el perro atenaza la caza, estaremos ante un ejemplar posesivo, de carácter protector y, sin duda, egoísta. En algunas ocasiones estas características se mezclan en animales que además tienen un temperamento dominante y muy seguro de sí mismo, teniendo una necesidad constante de quedar por encima de su amo. De ahí que en cada cobro le echen esta especie de pulso, disputando con él la posesión de la pieza (algunos hasta el punto de llegar a gruñirle al cazador). Este tipo de comportamiento suele darse en perros de mucha personalidad, que quizás no han recibido el adiestramiento que necesitaban.

Sin embargo, en el fondo de la cuestión suele estar siempre la ausencia de un vínculo afectivo real hacia el dueño y una cierta desconfianza.

 

PERROS DUROS DE BOCA

Si estamos ante un perro duro de boca, estamos ante un animal nervioso, de excitabilidad alta y, desde luego, ante un serio problema.

Puede ocurrir que un perro que habitualmente entrega la pieza de manera correcta un día, sin explicación clara, muerda la pieza y/o la trague. Si se trata de un comportamiento esporádico, en principio deberemos pensar que puede ser debido a alguna causa de tipo “circunstancial”: el animal está cansado, tiene hambre, sed, se siente celoso ante la presencia de otros perros… Trata de analizar cada una de estas posibles razones y, en caso de localizar alguna, intenta no darle demasiada importancia y no preocupar al animal.

Otro problema mucho más complicado de solucionar es cuando el perro muestra esta actitud de manera constante.

En estos casos, lo más adecuado será acudir a un educador profesional que nos indique los pasos a seguir para adiestrar al animal en la correcta entrega de la pieza.

Ten en cuenta que, aunque en principio lo más adecuado y sencillo es trabajar con cachorros que no tendrán actitudes previamente aprendidas, un perro adulto puede ser igualmente aleccionado, tan solo necesitará (quizás), de algo más de tiempo y paciencia.

Publicado en: Caza, Consejos

New Account Register

¿Ya tienes una cuenta?
Log in instead Or Reiniciar contraseña