La escopeta en monterías y batidas es un arma que va perdiendo adeptos, dejando paso a la utilización mayoritaria de rifles. Pese a todo, la escopeta es un arma letal en el puesto de montería y en manos de un buen tirador, que nos dejará sorprendidos de la distancia a la que se puede alcanzar a un animal. En la mayoría de los puestos que nos tocarán, la escopeta saldría bien parada, pero es indudable que tiene una serie de carencias que le resta efectividad, como por ejemplo el sistema de puntería, el poder de parada, que no es el mismo que tiene un rifle con un calibre adecuado.
El rifle semiautomático es un arma tremendamente eficaz para la montería pues nos permite repetir rápidamente el tiro en caso de fallo o aprovechar esa piara de guarros que cumple en el cortadero, quedándonos con dos o incluso tres.
El rifle de cerrojo es, hoy por hoy, el más utilizado debido en gran medida a su gran polivalencia, acoplándose a prácticamente todos los escenarios cinegéticos. Tremendamente eficaz, sólo se le puede achacar el inconveniente de la dificultad de secundar rápidamente el tiro, por lo que en la mayoría de los casos únicamente dispondremos de una oportunidad de abatir al animal, pero este inconveniente se puede paliar en gran medida si practicamos asiduamente el movimiento de acerrojar y descerrojar, lográndose así realizar este proceso de forma casi automática.
Nos queda hablar del express. Este arma fue diseñada para cazar principalmente en África, donde la posibilidad que ofertaba de secundar otro disparo inmediatamente y sin desencararse daba una gran seguridad a los cazadores de la época, sobre todo teniendo en cuenta que se enfrentaban a caza muy peligrosa. También se adecua a la perfección a la montería, donde las distancias de tiro no suelen ser largas. En la actualidad, un express con un visor es capaz de hacer blanco por encima de los 150 metros, además de la capacidad de repetir el disparo rápidamente. El único inconveniente que tienen es su alto precio.
El calibre es otro de los factores que tendremos que sopesar a la hora de comprarnos un rifle, no debiendo pecar ni por exceso ni por defecto. Recomendaría todos los calibres comprendidos entre el .270 y, como máximo, el .375. Por supuesto que habrá gente que cace con calibres mayores o menores, pero la lógica y el tipo de animales que abatimos en montería y batida nos dice que esos calibres son los más adecuados.
