Cómo cuidar armas de aire comprimido

Armas y municiones

Cada día somos más los aficionados a las armas de aire comprimido…. Y no es de extrañar, ya que, además de ofrecer sensaciones totalmente realistas, este tipo de armas cuenta con toda una serie de ventajas que las convierten en una elección más que adecuada:

  • Son más asequibles que las armas de fuego real.
  • La munición es también más económica (lo que permite practicar más y más barato).
  • Algunos modelos ofrecen una gran precisión.
  • Su menor potencia permite que puedan ser utilizadas por todo tipo de público, incluso tiradores inexpertos.
  • Menor ruido que las armas de fuego real (algo que sin duda también es de agradecer a la hora de practicar).
  • Para su compra y posesión no es necesario disponer de una licencia de armas.
  • No precisan de armero homologado.

En nuestros días podemos encontrar en el mercado armas de aire comprimido de calidad excepcional, que nos durarán años y años si las cuidamos correctamente.

Conviene, por tanto, que conozcamos cuáles son los cuidados específicos que requiere este material. Resulta evidente que la suciedad, corrosión o cualquier otra materia extraña, pueden dificultar el funcionamiento de cualquier arma, llegando incluso a provocar serios accidentes tanto a la persona que la maneja como a quienes se encuentren cerca. Pero no sólo eso, un arma correctamente limpia y lubricada, ofrecerá un rendimiento de mucha más calidad y durante mucho más tiempo.

 

 

 

PIEZAS DE METAL

Sin lugar a dudas uno de los elementos fundamentales en cualquier arma es el cañón.

Es necesario tener una correcta rutina de limpieza: el cañón siempre debe ser limpiado antes de guardarlo (sobre todo si lo vamos a guardar durante un largo periodo), o como mínimo, deberemos limpiarlo cada 500 disparos.

Para limpiar el cañón se aconseja el uso de una varilla limpiadora que no sea de metal (el metal podría dañar las estrías del cañón). Puede aplicar unas gotas de aceite en el cañón para garantizar una mejor limpieza.

Además, cada cierto tiempo se recomienda el uso de un balín limpiador, cuyo funcionamiento es muy sencillo: tan sólo habrá que dispararlo como si se tratara de un balín normal.

Cada 1.000 disparos se aconseja lubricar la cámara de compresión pero, ¡ojo!, no debemos lubricar en exceso ya que eso sería peligroso para el arma. Con una gota de lubricante para escopetas será más que suficiente. Una lubricación excesiva supondrá aumentar el riesgo de que se adhieran al arma más polvo, tierra, basura… lo que derivará inevitablemente en un mal funcionamiento mecánico.

A nivel general todas las partes de metal del arma quedarán como nuevas limpiándolas con un trapo mojado levemente en aceite mineral. Esto, además, previene la oxidación.

Es muy importante que todas las piezas metálicas se engrasen periódicamente para garantizar un correcto funcionamiento, pero ¡ojo! nunca debemos excedernos en ese engrasado: el aceite es un elemento altamente inflamable y por tanto puede convertirse en un auténtico peligro cuando lo ponemos bajo presión. Por ello, siempre se recomienda realizar el engrasado cuando vayamos a pasar un periodo de tiempo sin utilizar el arma, lo que dará tiempo para que el aceite se seque y no resulte peligroso.

 

 

LA CULATA

Una culata en buen estado dice mucho en un arma.

Evidentemente el cuidado de la culata dependerá del material en que esté fabricada:

Culatas sintéticas: este tipo de culatas no requieren de un cuidado específico, más allá de la limpieza para evitar la presencia de suciedad, barro, etc. Lo más importante tras la limpieza es asegurarnos de que la culata queda totalmente seca, para lo cual recomendamos utilizar una toalla específica de limpieza.

Culatas de madera: sin duda alguna la madera requiere de un cuidado más especial, sobre todo a la hora de guardar el arma. Si su arma tiene culata de madera debe asegurarse de que el lugar donde la guarda está correctamente ventilado y que no alcanza altas temperaturas (las cuales podrían producir grietas en la madera).

A la hora de mantenerlas como nuevas, se recomienda pulirlas cuidadosamente con un producto específico para el cuidado de la madera.

LAS ARMAS DE GAS

En el caso de las armas accionadas a gas deberemos tener especial cuidado con la junta de goma situada en contacto con la bombona de CO2. El uso continuado del arma puede provocar el desgaste de estas gomas y, con ello, se originarán fugas que suponen un serio peligro para el tirador.

Por lo tanto, estas juntas deberán sustituirse cada cierto tiempo.

Algunos tiradores, cuando empiezan a apreciar que su arma empieza a tener alguna fuga de gas, inconscientemente intentan apretar más la bombona. Con este tipo de comportamientos sólo conseguiremos dañar la toma de gas o incluso otros componentes metálicos: nunca apriete la bombona, ésta deba entrar correctamente, sin necesidad de ejercer ningún tipo de presión.

 

 

CONSEJOS ÚTILES

Además de todo lo comentado, no está de más que tenga en cuenta los siguientes consejos:

  • No deje su arma cargada durante varias horas o días: el muelle podría perder sus cualidades elásticas y, con ello, se reduciría notablemente la potencia del disparo.
  • Guarde siempre el arma totalmente descargada.
  • Vacíe siempre el arma disparando en una dirección segura.
  • Nunca dispare el arma si no está cargada con balines (fuego seco): la falta de munición que facilite la compresión del aire provocará que el sello del pistón salga disparado rápidamente impactando contra el pistón, lo que puede provocar daños de distinta consideración o incluso inutilizar el arma (tenga en cuenta que el resorte es una pieza fundamental en el arma).
  • Nunca guarde su arma en un lugar húmedo.
  • Resulta buena idea colocar algún producto anti-humedad en el lugar donde vayamos a guardar el arma.
  • No intente desmontar su arma: llévela siempre a un centro autorizado.
  • No modifique su arma. Si varía la configuración que el arma trae de fábrica puede incurrir en serios problemas de seguridad (además de invalidar totalmente la garantía del arma).
  • Guarde el arma en una funda adecuada, evitará que roce contra otros elementos y además le permitirá transportarla de forma cómoda y segura.
  • Evite golpear el arma.
  • No desmonte el arma si no tiene la absoluta certeza de cómo funciona. Ante cualquier duda es más recomendable que pongamos el arma en manos de un profesional.
Publicado en: Caza, Armas y municiones

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