CALCULAR LAS MEDIDAS CORRECTAS DE TU ARMA

Armas y municiones

Todos sabemos que conseguir buenos resultados en una jornada de caza depende en gran medida del arma de la que dispongamos.

No se trata únicamente de adquirir una buena escopeta o un buen rifle (algo que dependerá en gran medida de la capacidad adquisitiva de cada uno), el truco está en conseguir que la elegida sea el arma adecuada:

1/ Para cada uno de nosotros, teniendo en cuenta nuestras características físicas.

2/ Para la modalidad de caza que vayamos a practicar ese día.

3/ Para las condiciones climáticas reinantes.

4/ Para las características del terreno de caza.

Pero ¿cómo saber que nuestra arma tiene el tamaño adecuado?

Aunque la adaptación correcta debe dejarse siempre en manos de un profesional armero; no está de más conocer los elementos que deberíamos comprobar a la hora de adquirir un arma para asegurarnos de que acertamos en nuestra elección.

A continuación queremos abordar el que consideramos un interesante tema al que no siempre se le da la importancia que precisa.

 

LAS MEDIDAS DE UNA ESCOPETA— LA CULATA

Para medir correctamente la culata de una escopeta deben ser tenidas en cuenta diferentes variables:

– LONGITUD: se mide desde la mitad del primer gatillo (o del gatillo único), hasta la mitad de la cantonera.

Podemos saber que la medida es correcta si al apoyar la culata en el interior del brazo doblado, la primera falange del dedo índice se puede doblar sobre el gatillo con total comodidad.

Medir esto es importante más importante de lo que pueda parecer, puesto que si el dedo no alcanza al gatillo será preciso acortar la culata, mientras que si lo sobrepasa deberemos pensar en hacerla más gruesa. Una culata excesivamente larga influenciará directamente sobre la puntería, mientras que si resulta corta retrasará el encare, aumentando la sensación de retroceso.

A la hora de medir esta longitud deberemos tener en cuenta los siguientes puntos:

– Forma de encarar: existen diferentes formas de encarar la escopeta: llevarla hacia delante, inclinar el cuerpo o tirar recto.

– El lugar donde colocas habitualmente la mano.

– La ropa con la que hacemos las pruebas: puesto que la distancia puede variar si la medimos en manga de camisa (ropa que usamos en verano) o con toda la ropa que llevaremos en un frío día de invierno (jersey, abrigo…).

– DESVIACIÓN LATERAL: Se trata de la distancia entre el eje del cañón y el extremo superior de la cantonera, medida horizontalmente.

Es absolutamente necesario que el arma cuente con la desviación adecuada para conseguir tiros centrados.

Así, será necesario que la culata esté desviada hacia la derecha en caso de que seamos diestros y hacia la izquierda en el caso de un tirador zurdo.

La medida de la desviación dependerá del ancho de hombros y de la distancia entre los ojos.

– BUSC: Con el complicado nombre de “Busc” se conoce la distancia entre la prolongación del eje del cañón y la parte superior de la cantonera, medida verticalmente.

Esta medida se calculará siempre en relación al tamaño del cuello del tirador y en función de su forma de encarar.

Si resulta insuficiente entorpecerá la toma de mira, mientras que si es excesivo la retrasará.

– TALÓN: Distancia que separa la prolongación del eje de mira y el plano horizontal que pasa por el extremo superior de la cantonera, siempre medida verticalmente.

Si el talón resulta escaso nos hará tirar alto, mientras que si resulta excesivo, tenderemos a realizar tiros bajos.

Para adecuar el talón al cazador deberá tenerse en cuenta la medida del cuello y la forma de encarar.

– PITCH: También conocido con el nombre de “Caída”; se trata de la medida correspondiente al ángulo formado por el eje de mira y la vertical, con el arma colocada de pie.

Si la cantonera está muy inclinada con relación a la culata, crearemos poca caída vertical (ideal para el tiro al vuelo), mientras que la cantonera perpendicular a la culata provocará una caída importante (la adecuada para el tiro al pelo).

 

LAS MEDIDAS DE UNA ESCOPETA— EL CAÑÓN

Acertar con la medida correcta del cañón de nuestra escopeta es necesario no solo desde un punto de vista de puntería, sino también para garantizar la seguridad del tirador y quienes le acompañan.

Las medidas estándar del cañón de una escopeta son 66, 71 o 75 cm.

La afirmación comúnmente aceptada de que “cuanto más grande, más lejos” es relativamente cierta. Si bien hace año podía ser así, la verdad es que en la actualidad la enorme variedad de tipos de pólvora que existen nos permiten mejorar distancias sin necesidad de irnos a cañones excesivamente largos. Así, podremos conseguir resultados balísticos muy similares tirando con una escopeta de 66cm y con otra de 75cm, siempre que sepamos adaptar correctamente la pólvora, los tacos, fulminantes y perdigones que componen los cartuchos.

Sin duda esto ha provocado que los cañones largos poco a poco se vayan desechando en pro de cañones más cortos y manejables que, como decimos, consiguen alcanzar las mismas distancias y sin duda resultan mucho más cómodos.

 

LAS MEDIDAS DE UN RIFLE

A pesar de que en principio pueda parecer lo contrario, lo cierto es que el rifle plantea muchos menos problemas que los que tenemos con la medida de una escopeta.

Salvo en casos excepcionales (es decir, personas que no se encuentren comprendidas en una altura entre 165-185 cm.), lo normal es que los rifles estándar se adapten a la perfección al usuario.

El motivo es sencillo: la culata de un rifle suele ser recta y por tanto será el cazador el encargado de alinear los elementos de puntería antes de disparar para lo cual adaptará una determinada postura.

En consecuencia, el único problema que se puede encontrar está relacionado con la longitud de la culata, que deberá acortarse o alargarse en función de cada persona en particular.

Conviene tener en cuenta que en la actualidad encontramos otro problema, relacionado con la normalización del uso del visor y motivado por los montajes altos o el empleo de visores con mucha campana. Con ellos la línea de tiro entre el ojo y el visor se eleva, lo que provoca la necesidad de estirar el cuello, lo que suele conllevar que el tirador se lleve un molesto golpe con cada disparo, al no tener la cara apoyada sobre la culata.

Si has notado que te sucede esto, te proponemos una sencilla solución: prueba a aumentar el lomo de la culata. Para ello dispones de distintos accesorios tipo cojines, que te permiten apoyar la cara al tiempo que mantienen el ojo centrado con el visor.

Publicado en: Caza, Armas y municiones

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