Una de las dudas más frecuentes en los buceadores, es ¿por qué consumo tanto aire al bucear? Y, por supuesto: ¿cómo puedo mejorar esta situación?
Cuando por fin logramos alcanzar la tan deseada profundidad, al observar el manómetro, nos damos cuenta de que prácticamente estamos cerca de los 100 bar, lo que significa que, debemos de iniciar la vuelta. Esto le arruina el día a cualquiera.
Para evitar este tipo de situaciones, analizamos las condiciones que promueven el consumo de aire y te damos los mejores consejos para que tus inmersiones valgan el esfuerzo.
CONDICIONES FÍSICAS
Partimos de la idea indiscutible de que cada cuerpo es diferente, no sólo en cuanto a constitución, sino también en naturaleza, género, química… entre otros; y todo eso influye directamente en el consumo de aire que va a tener.
Para que el cuerpo mantenga sus funciones naturales, requiere de energía y oxígeno, pero cada uno en una medida concreta.
Te mostraremos a continuación los factores más resaltantes e influyentes en el consumo de aire:
- El peso es una condición que afecta directamente, ya que; a mayor peso, mayor consumo.
- Tener un buen estado físico o bien, estar en forma, promueve la disminución de la consumición de aire. Esto se debe a que tu cuerpo mantiene la fuerza suficiente y los músculos son capaces de realizar la inmersión utilizando menos energía y por ende, menos oxígeno. También permite impulsarte mejor con cada aleteo.
Pero si tu capacidad muscular es muy alta, como puede ser el caso de un culturista, es más probable que se tenga un mayor consumo de aire. Por lo tanto, la armonía física es esencial para reducir el consumo de aire.
- La capacidad pulmonar influye de forma directa y va relacionada con la capacidad aeróbica que presentas. En general, una persona que practique algún deporte de fondo como el ciclismo por ejemplo, tendrá mayor capacidad pulmonar, que traerá como consecuencia una mayor respiración y se transforma en mayor consumo de aire.
- El descontrol, aunque sea momentáneo de nuestras emociones. Vivir un momento de estrés genera una respuesta inmediata en tu cuerpo, como la aceleración de las pulsaciones y mayor cantidad de respiraciones. Como regla general, siempre se trata de instruir al buceador para que mantenga la calma ante todo. Sin embargo, en ocasiones puede ocurrir algo que altere el bienestar emocional, obteniendo así, un mayor consumo. Ahora bien, si es algo constante, considera valorar algunos ejercicios de relajación o meditación antes de realizar la inmersión.
CONDICIONES AMBIENTALES
Además de los factores personales que tienen que ver con las características físicas de cada individuo, existen una serie de condiciones ambientales que también influyen, en mayor o menor medida, sobre el consumo de aire:
- La profundidad afecta la consumo de esta forma: mientras más profundidad, mayor consumo. Esto es así por norma y en teoría, deben de enseñártelo en el curso de buceo. Ahora bien, alcanzar la profundidad deseada no puede ser una negativa, por lo tanto; te daremos un truco infalible. Mientras vas adaptando y mejorando el ritmo de tu consumo, para que puedas disfrutar de la inmersión con el grupo, quédate con tu compañero unos pocos metros por encima del resto.
- Tener la corriente en contra es algo que sucede y que exige mayor consumo de aire, ya que necesitas aletear más y ejercer un gasto mucho mayor de energía. Lo más recomendable en este tipo de situaciones, es mantenerte al tanto de tu manómetro.
- La temperatura es una condición que puede acelerar el calor corporal de forma acelerada. El traje de neopreno tiene dentro de tantas funciones, mantenernos a una temperatura ideal que ronda entre los 23 y 26 grados. Sin embargo, a medida que profundizamos, este calor va perdiéndose y si tu cuerpo no es capaz de tolerar los cambios de temperatura, obtendrá la energía que necesita del oxígeno.
- Factores físicos como el cansancio o el estrés pueden afectar tu consumo, dormir pocas horas o haber tenido una semana cargada de estrés, te hará algo difícil la inmersión. El cuerpo debe de estar preparado y capacitado para desempeñar esta actividad sin ningún problema.
RELACIÓN ENTRE EL EQUIPO Y EL CONSUMO DE AIRE
No cabe duda de que otro de los factores que más pueden influir en el consumo de aire, es el equipo de buceo que utilicemos. Esta es una de las razones (por supuesto no la única) por las que conviene que el equipo sea revisado siempre antes de realizar la inmersión.
A continuación te damos una serie de tips importantes para que prestes atención si te llegara a suceder:
- Si el equipo suelta burbujas o bien, hace un silbido, indudablemente está perdiendo aire. Aunque se trate de una fuga pequeña que no ponga en riesgo nuestra salud, se debe de subsanar. En ocasiones la fugas grandes suelen venir del chaleco. Esto también afectará la flotabilidad.
- Las aletas son importantes, por lo tanto, elige muy bien. Con ellas podrás ahorrar energía y por lo tanto, disminuir el consumo. Si tus aletas son muy duras, no podrás estar cómodo, en ocasiones pueden desembocar en un calambre. Por lo tanto, debes de encontrar las ideales para ti. Estos pequeños detalles del equipo al final, harán una gran diferencia en tu consumo si observas bien el conjunto completo.
- En el caso de la máscara, no es tan delicado, pero no por esto se le resta importancia. La incomodidad es el primer detonante del estrés al bucear. Tener una máscara que no se ajusta de manera correcta, llenándose de agua, provocará una respuesta negativa en nosotros que se convierte en más consumo.
- Configurar el equipo de forma hidrodinámica es esencial. Para esto, todos los elementos deben de estar lo más cerca del cuerpo posible, así evitaremos un gasto de energía innecesario. Evita que los otros materiales cuelguen del cuerpo, ya que interrumpen la dinámica generando resistencia en el avance hacia la profundidad.
- Debemos de tener el equipo siempre ajustado al cuerpo, un jacket suelto o que baila, interrumpe la fluidez que debemos de tener para lograr alcanzar la profundidad empleando la menor energía posible.
CONSEJOS PARA MEJORAR EL CONSUMO DE AIRE
Primero, debes de ser consiente que son diversos factores los que influyen en tu consumo, por lo tanto, es importante que determines lo más aproximado posible, cuáles son los que más te afectan. De esta forma podrás ir corrigiendo hasta lograr la cantidad exacta de consumo de aire.
Antes de realizar la inmersión, debes tomarte un tiempo para prepararte. Nunca debes de entrar al agua con ansiedad, ya sea por los nervios o bien, por la emoción de sumergirte. Se debe de hacer lo más sereno posible. Aprovecha la vista que tienes, seguro que lograrás relajarte.
Mantén una rutina de ejercicios, donde te enfoques en el desarrollo de la capacidad muscular, como por ejemplo con ejercicios anaeróbicos. También es recomendable ejercicios funcionales o en hits, donde combines músculo con cardio. De esta manera, tu cuerpo podrá afrontar de mejor manera la inmersión.
Elige cuidadosamente tu equipo de buceo, sobre todo si vas a realizar la actividad en aguas frías. En este caso, utilizar un traje fino es un error garrafal. Mientras más frío, mayor consumo, sin contar los entumecimientos.
Cuida en todo momento tu posición al descender, esto es algo que comúnmente afecta a los buceadores ocasionales. Busca una posición hidrodinámica y ajusta tu equipo para que puedas descender más fácilmente.
