Bucear es una actividad enriquecedora en el más amplio sentido de la palabra, sin embargo, bucear durante la noche es, sin duda, la experiencia más mágica que puedes experimentar.
Si quieres inyectarle a tu vida una dosis de emoción, el buceo nocturno te mostrará un mundo totalmente nuevo bajo el mar. Dentro de la oscuridad nocturna podrás vislumbrar nuevas formas, colores y figuras desde una perspectiva totalmente diferente.
Está demostrado que la gran mayoría de los seres que habitan en el mar presentan un comportamiento distinto durante la noche, ya que en realidad, su día empieza cuando termina el nuestro: una actividad nocturna que sin duda merece la pena conocer… Maravíllate con la bioluminiscencia, una reacción química que producen ciertos tipos de plancton y de la que tú podrás disfrutar con solo apagar tu linterna y agitar el brazo en el agua…
Una experiencia que sin duda merece la pena vivir; el buceo nocturno y para la que resulta absolutamente necesario disponer de una preparación adicional, ya que al estar en la oscuridad, existen riesgos adicionales que conviene tener presentes. Podrás disfrutar al máximo del buceo nocturno cuando alcances un nivel avanzado de buceo y recuerda que existen cursos diseñados especialmente para ganar experiencia en esta modalidad y poder disfrutar de cada experiencia nocturna bajo el agua.
PRECAUCIONES A TENER EN CUENTA
Como hemos mencionado anteriormente, es importante disponer de una preparación adicional o bien de un nivel avanzado de buceo que nos permita afrontar circunstancias especiales con garantía. Y es que la actividad submarina cambia notablemente durante la noche y eso supone que puedan generarse ciertas situaciones especiales que pueden ameritar un criterio más profesional, una técnica avanzada y una preparación para afrontarlas.
A modo general, podemos resumir de la siguiente forma las precauciones principales a tener en cuenta durante el buceo nocturno:
- No resulta conveniente intentar recorrer grandes distancias, esta es la regla de oro del buceo nocturno.
- Vigila la profundidad: resulta recomendable optar por un máximo de veinte metros de profundidad.
- Tras la puesta de sol, es recomendable esperar unas dos horas para iniciar la inmersión.
- Revisa tu equipo, ten en cuenta que en el buceo nocturno pueden ser necesarios elementos distintos a los que usamos durante el día.
- Siempre se debe llevar la linterna, cada buzo debe de tener la suya y todas las linternas del grupo que conforma la inmersión deben de ser iguales o por lo menos, muy similares.
- DURACIÓN DE LA INMERSIÓN: como regla general, no conviene permanecer sumergidos durante un tiempo superior a los 25 minutos.
- CONDICIONES CLIMATOLÓGICAS: resulta imprescindible que éstas sean las óptimas: cielo despejado, luna llena y aguas calmadas completan la situación ideal que deberíamos tener en cualquier salida nocturna.
Sabemos que resulta complicado que se den todas estas circunstancias, pero cada uno debe saber valorar hasta qué punto son las condiciones adecuadas y, por supuesto, prescindiremos de salir si el tiempo no es el adecuado.
- NÚMERO DE PERSONAS: el grupo no deberá ser muy numeroso, entre dos y tres personas es más que suficiente; puesto que el entendimiento resulta más sencillo.
CORRECTO USO DE LA LINTERNA
La ausencia de luz provocará la imposibilidad de comunicarnos de la manera habitual, ya que no será posible realizar las señas a las que estamos habituados bajo el agua. La comunicación debe establecerse, por tanto, mediante señas lumínicas que deberemos conocer previamente.
Un error muy común es el de tratar de llamar la atención de un compañero iluminando su cara, puede que efectivamente llamemos su atención pero también le cegaremos durante un rato, resultando por tanto totalmente contraproducente para nuestro objetivo, sin mencionar lo molesto y hasta peligroso que puede resultar para la persona enfocada.
Por lo tanto, la forma correcta de comunicarnos será realizando las señas habituales, pero tratando de iluminar nuestra mano con el foco. Para asegurarnos de que están atendiendo a lo que queremos decir, llamaremos la atención con un haz de luz o acercándonos a la persona en concreto con la que necesitamos contactar.
Además de todo esto, existen dos señales básicas que conviene conocer y que se realizan con la propia luz:
- Movemos la luz realizando un círculo: significa OK
- Movemos la luz de arriba abajo, de forma vertical: significa que algo no va bien.
Estas dos señales básicas nos servirán tanto para comunicarnos con el resto de compañeros como con las personas que se encuentren esperándonos en tierra o en la embarcación.
CONSEJOS PARA EL BUCEO NOCTURNO
Antes de realizar cualquier inmersión nocturna, debes tener en cuenta los siguientes consejos:
- Nunca realizaremos una inmersión nocturna en una zona que resulte desconocida al grupo, puesto que no sabemos con qué nos podemos encontrar y la capacidad de reacción en una inmersión nocturna siempre es menor.
- Comprueba siempre la carga de tu foco: deberá estar completa. Asegúrate de colocar pilas nuevas en caso de que estén utilizadas.
- Coloca tu luz personal en un lugar perfectamente visible y reconocible por el resto de compañeros del grupo.
- En caso de que buceemos desde la costa, convendrá que nos espere alguien en el punto de salida para indicarnos convenientemente el lugar exacto por donde debemos salir.
- De la misma manera que el buceador controla en todo momento el desgaste de aire, en una salida nocturna deberá controlarse también el desgaste de la batería de cada linterna; evitando que llegue hasta el final.
- Siempre resulta preferible esperar aproximadamente dos horas desde la puesta del sol para sumergirse, de este modo la vida nocturna submarina estará en todo su apogeo y podremos disfrutar al máximo con el espectáculo. De cualquier manera, siempre es aconsejable realizar una primera inmersión diurna previa ese mismo día, con el fin de vigilar el lugar y comprobar que no existen nuevos peligros.
- Para la elección del lugar de buceo, conviene que nos decantemos por aquellas zonas que se encuentren protegidas de oleaje, de corrientes y que además no presenten cambios de marea relevantes. Aguas transparentes y cristalinas son siempre las deseables (aunque por desgracia no siempre es posible encontrarlas).
- Si lo que buscamos es ver el mayor número de especies posible, deberemos elegir zonas rocosas en las que exista una gran cantidad de cuevas. En ellas muchos peces descansan escondidos a lo largo del día y aprovechan la noche para buscar su alimento.
